EL
AMO TRANQUILO
Los que me conocéis un poco sabéis
que estoy llena de referencias frikis y cinematográficas. Una de mis pelis
favoritas es “El hombre tranquilo”, evidentemente contextualizándola en su
época.
El personaje de Sean Thornton es un hombre tranquilo y amable
que acaba consiguiendo todo lo que quiere con paciencia y los toques justos de
autoridad.
Así estoy viviendo esta nueva
relación BDSM con mi Amo tranquilo, sin dramas, sin reclamaciones imposibles o
enfados de los que se te clavan en el alma. Comprendiendo cuales son los
impedimentos que tenemos cada uno, los problemas cotidianos y los que surgen
sin esperarlo.
Sin prisa, pero si con verdadera
rapidez me ha llevado donde pensé que no iba a querer volver a estar, a sus
pies, a sus órdenes.
Vivimos y vemos el BDSM de la
misma forma, protocolario, vertical, sano, consensuado con lo cual lo de seguro
ya va implícito.
Si que es verdad que cada uno
puede y debe vivir el BDSM como bien le viene en gana, yo hablo de lo que me
gusta a mi. Aunque en otro momento os podría hablar de todos esos “yo de eso
paso” y al final lo que tienes es una relación vainilla aderezada alguna vez
con unos azotes que no dejan marcas y un par de órdenes. Pero ese es otro
asunto.
Mi Amo tranquilo ha conseguido
tenerme en vilo todo el día esperando sus órdenes, ha hecho que desee todo lo
que le dije que no quería hacer cuando me dijo que me aceptaba como su sumisa
en prácticas. Recuerdo perfectamente ese momento, yo le había mandado un mensaje
solicitándoselo y estaba por la calle cuando me contestó aceptándome, bien,
pues me salió un maullido al leerlo.
“No. No mi Señor, a mi nada de
mandarme todos los días hacer algo y controlarme, juegos esporádico y entre
medias nada.” (Eso decía yo)
Al segundo día solo con una
llamada telefónica me tenía desnuda arrodillada en mi habitación cumpliendo
todas sus órdenes.
Y desde nuestra primera sesión
juntos ha ido incrementando su dominio sobre mi, pequeñas cosas al principio,
sutilezas que me iba “colando” y yo iba recuperando el equilibrio de mis chacras
y empezaba a centrarme en mis pequeñas cosas también.
No hay que decir que esta
pandemia nos ha trastocado a todos la vida, yo llevo en ERTE desde Marzo, y
aunque es verdad que no he parado, tengo mis alumnos, algún evento, si que me
fui acomodando, dejando mis rutinas. Pues bien, cuanto más rutinas y más me exige
mi Amo, más me centro en otras cosas, es como si estuviese recuperando mi
equilibrio.
He recuperado mi rutina de
ejercicio que me viene muy bien para mi pierna, y no, no me lo ha mandado Él,
pero ha ido asociado al reencuentro conmigo, a mi equilibrio recuperado.
A veces me manda hacer cosas que
me parecen insuperables, un día tuve el chinchetosuje, el plug y un dildo
durante tres horas, entre las cuales dos de ellas di clase, pues bien, quizás
esas fueron las dos horas de clase más concentrada y centrada que he dado en mi
vida. Y aguanté con todo las tres horas, lo cual pensé imposible cuando me lo
mandó.
Me pone retos, a veces
intelectuales, para poderme correr, me controla el placer, y cuando me lo
concede casi echo de menos el control, claro que la falta de control dura poco.
Anhelo sus órdenes, sus instrucciones, pero lo hago con tranquilidad. Hoy no se
puede, no pasa nada.
Creo que está siendo el Amo más
severo y que más ocupada me tiene todos los días y es con diferencia el que
menos interfiere en mi vida cotidiana.
Es más, creo que me “ha
espabilado” estaba aletargada.
Mi Amo tranquilo este fin de
semana me estuvo “torturando” y llevando al
límite, estuve al borde del fracaso varias veces, pero al fin salí
airosa y mi Amo me hizo el mejor regaló, acortó los tres meses de sumisa en
prácticas que me había impuesto y me dijo que había superado con creces el
adiestramiento, ya le podía considerar mi Amo.
Eso solo lo podemos entender los
que llevamos el BDSM grabado en la piel, el orgullo, la emoción, la
satisfacción que sentí.
Ahora voy a luchar igual por mi
collar, aunque la primera prueba que me ha puesto telita, pero si Astérix pudo
pasas las 12 pruebas, yo también, mi poción mágica es mi Amo tranquilo y mi
compañero Obélix que me evita sucumbir es mi deseo de no decepcionarle y de que
se sienta orgulloso de mi.
Mi Amo tranquilo sabe separar las
cosas y no se lía el BDSM con la vida cotidiana. MI Amo tranquilo sabe
mantenerse a una distancia prudencial cuando en mi vida sucede algo que
inevitablemente me la descoloca, pero aún en esa distancia, que yo necesito en
esos momentos, sabe hacerme ver que está ahí.
Mi Amo tranquilo, que no es nada
friki, busca frases y metáforas frikis para alegrarme, acabará siendo fan de
Star Wars, ya veréis.
Sin aspavientos, sin florituras,
sin discursos interminables, vamos avanzando, sin ansiedades ni metas
estresantes.
Mi Amo me da tranquilidad, me
centra y equilibra y eso es impagable.
Gracias Amo
A sus pies