miércoles, 13 de enero de 2021

¿ES BUENO “DESCANSAR” DEL BDSM?

 


¿ES BUENO “DESCANSAR” DEL BDSM?

 

Antes de empezar con lo nuevo, quizás es bueno hacer un repaso por lo viejo.

¿Por qué se rompen las personas? Alguien me dijo que si al final me había roto era porque era muy dura y que tenía que intentar ser menos dura, que no blanda. Y luego, porque a veces se olvida de que lo de las rubias tontas solo es un estereotipo, me puso el ejemplo de los rascacielos japoneses, que no se rompen en los terremotos, porque son elásticos y se balancean, para que lo entendiese mejor.

Puede ser que después de tanto tiempo sorteando dificultades de todo tipo, al final lo que tenía que haber hecho es balancearme para esquivar alguna y que  no me diese de pleno.

Siempre pongo de ejemplo de mi vida mi pierna. Yo soy un pato y me he caído miles de veces, desde jovencita, y siempre me levantaba como una campeona y nunca me había pasado nada pero un buen día me caí y la pierna se me rompió en mil pedazos, tanto, que el pronóstico era gata con muletas de por vida. Pero yo pensé: “Ni de coña” y así fue que a día de hoy ni muletas, ni bastón ni nada de ná.

Pues algo así pasó con mi vida, nunca la había parado, por nada ni nadie, pero de repente, cuando todo iba a ser un nuevo comienzo, mi vida personal, mi vida profesional, todo empezó a romperse, y, por primera vez en mi vida, yo también me rompí, y me quede paralizada, sin avanzar, ni en una dirección, ni en otra.

Recuerdo, cuando volví a twitter que leí un comentario, no recuerdo de quién, que decía que no entendía esa gente que cerraba la cuenta y luego volvía con otra nueva, bueno. Todo es una cuestión de como se entienda.

Yo cerré mi cuenta de twitter, era una cuenta orientada al mundo BDSM, aunque yo luego siempre pongo mis frikadas y mis cosas, pero claramente mi cuenta era bedesemera. También cerré mi cuenta en fet. Una sumisa sin dueño en fet atrae demasiada atención, y no estaba por la labor de declinar propuestas a mansalva.

Y las cerré porque en el estado de inseguridad y tristeza en el que estaba no era conveniente para dejarse dominar por nadie. Y sí, probablemente por primera vez en mi vida me abrumaba la inseguridad, dudaba de todo.

Me sentía insegura como madre, a mi hijo no le estaban saliendo las cosas como, ahora me doy cuenta, yo pensaba que le iban a salir, y claro, tenía clarísimo que la culpa era mía, que no le había sabido guiar y estaba fracasando por mi culpa. Me autofustigaba pensando que le había superprotegido, otras veces con que le había exigido de más o de menos y así en espiral. Y la verdad es que tengo un hijo que se ha convertido en una persona extraordinaria, de gran corazón y que, aunque es verdad que académica y profesionalmente no está llevando el camino augurado, eso realmente no es lo más importante.

Me sentía insegura profesionalmente, me había embarcado en una aventura de cambio de rumbo total en mi vida y el accidente de la pierna me había truncado algunos de los planes inmediatos. En el primer empleo que tuve en mi nueva profesión no me renovaron y yo, claro, no pensé en que no estaba al 100% porque había pedido el alta voluntaria e iba a trabajar 10 horas a una cocina con muletas y salía con la pierna tan hinchada que me tenía que volver a casa con los zuecos porque ni me entraban los zapatos, pensé que no me habían renovado porque no era buena, porque no valía, porque había vuelto a fracasar.

Y me sentía insegura como sumisa y como mujer, en el orden que queráis ponerlo. Pensaba que si no merecía la pena luchar por mi, era porque yo no merecía la pena.

La palabra “FRACASO” flotaba a mi alrededor con luces parpadeantes, así todo el mundo a mi alrededor podía ver que era una fracasada.

Y a esto le vamos añadiendo el fallecimiento de mi madre y el que ya cuando iba al médico algo me encontraba, los años estaban empezando a pasar factura y yo me sumí en una sensación de fracaso y autocompasión del que no conseguía salir.

Es curioso que cuando tienes un fracaso sentimental, la gente que te rodea piensa que todos tus males son debido a eso y se piensan que si encuentras otra pareja todo se va a arreglar.

¡Rehacer tu vida! Perdona, yo mi vida la puedo hacer, rehacer y deshacer sin necesidad de un tío a mi lado.

Por suerte mi cerebro, aunque no al 100%, seguía funcionando con su raciocinio habitual y avisándome que no me metiese en ningún tinglado hasta que me volviese a querer como me había querido siempre.

Y sí, dejé el mundo bedesemero, y no os equivoquéis, no tengo ningún trauma.

¿Me he encontrado con gilipollas? Sí, en el bdsm y en muchos otro sitios.

¿Tuve un problema con un Amo? Pues exactamente no, porque mientras fue mi Amo nos fue genial, el pobre se quedó idiota después de dejarme, se le fue la pinza, le vino el arrepentimiento y empezó a acosarme. Que ahora con mi optimismo recuperado la lectura que hago es que soy inolvidable.

¿Me sentí engañada y utilizada, y no en el sentido bedesemero, por mi última relación sentimental? Sí, sin duda alguna y lo peor es que lo que creo es que no me estaba engañando con sus sentimientos a mi, se quería engañar a si mismo, hacerse creer que había superado, él, su pasado. Y como siempre yo tenía razón y lo puedo demostrar empíricamente: ¡No lo había superado!

Reconozco que un día toqué fondo, recuerdo el día, el 1 de noviembre del 2019, había tenido la noche de Halloween una experiencia desagradable con un idiota, de la que me había zafado sin problema, la verdad, pero que en ese momento fue como una hostia más y, esa vez si que fui muy rubia, quise que me arropase la persona equivocada. No recuerdo haberme sentido tan triste y tan sola en la vida, ese día lloré y lloré y lloré. Por suerte estaba sola en casa ese fin de semana, así que me quedé en la cama lamiéndome las heridas y de noche me levanté y me bebí una botella de Moet Chandon que un cliente me había regalado en junio y que yo, otra vez muy rubia, había guardado para bebérmela con alguien que no tenía la más mínima intención de cumplir su palabra.

Al día siguiente, con una resaca de campeonato, ojos de besugo de tanto llorar y un hambre de loba porque el día anterior no había comido, decidí, antes de nada comer ( “morría coa fame”) y después que tenía que salir del pozo en el que estaba, lo iba a intentar sola, pero decidí que me daba un tiempo, y si no podía, buscaría ayuda profesional.

Pero nada de esto fue lo que me hizo retirarme, en un principio pensé que para siempre, del BDSM. Lo que me hizo retirarme del BDSM fue mi sentido arácnido.

Mi sentido arácnido me avisaba de que estaba vulnerable, insegura, con la autoestima por los suelos. Era la PRESA PERFECTA. Cualquier depredador, bedesemero o vainilla, que detectase el momento vulnerable en el que me encontraba podía destrozarme y hacerme creer que me salvaba sin mucha dificultad, así que me metí en mi “cocoon”.

Cuando yo pongo mi escudo protector a mi alrededor dejo entrar a muy poca gente. La verdad es que estuve mucho tiempo, más de lo que pensé que iba a estar, bajo mi escudo. Pero a veces a todo tienes que darle tiempo.

Y aquí voy a enlazar una conversación que tuve hace poco con una amiga, muy dada ella a las frases motivacionales, le decía a otra amiga que para atrás ni para coger impulso, a lo que yo dije que estaba equivocada.

Ir hacia delante sin rumbo ni planes no es bueno, a veces hay que echar el freno y retroceder lo justo para que te permita ampliar el campo de visión, respirar y pensar con claridad hacia donde vas a avanzar, y en el caso de que no lo tengas claro, te montas tu coccon, le pones el escudo protector y te tomas el tiempo que sea necesario para coger fuerzas y avanzar y, si te tienes que apoyar en alguien, hazlo en los tuyos, tu familia, tus amigos. No esperes a avanzar a que venga ningún príncipe azul a salvarte, aparte de quién coño quiere ser princesa hoy en día, eso de un clavo saca a otro clavo es la frase más sin sentido del mundo. ¿Habéis intentado sacar un clavo de verdad con otro clavo? Yo sí, lo sé, estoy como una cabra, y os digo que no hay tu tía si está bien clavado.

Además, como he comentado antes, la gente piensa que las mujeres solo tenemos problemas de clavos. ¡Ojalá! Yo hubiese estado encantada que en estos últimos tiempos mi único problema hubiese sido el clavo, que me lo hubiese sacado a martillazos.

Pero volvamos al cocoon. No puedes vivir siempre en él, así que si lo necesitas puedes y debes pedir ayuda, a tu entorno y profesional. A mi por suerte no me hizo falta ayuda profesional, me faltó poco la verdad, pero tengo unos amigos y sobretodo amigas, pocas, contadas, pero únicas y únicos.

Así que fui saliendo y avanzando poquito a poco y, cuando empiezas a quererte otra vez, cuando empiezas a darte cuenta que todos los males del mundo no son tu culpa, de repente, esas piezas del rompecabezas que no encajaban, empiezan a colocarse solas y sin darte cuenta, estás fuera del cocoon, has apagado el escudo protector y, evidentemente la vida te sigue dando de hostias, que la vida cuando se pone puede ser muy hija de puta, pero tú te das cuenta que no es solo culpa tuya, o no siempre, porque claro que a veces nos equivocamos, somos humanos, pero sigues avanzando.

Y ¿Es este el momento de volver al BDSM? Pues mira, desde mi punto de vista no. De hecho yo lo alargué más.

Cuando mi vida estuvo encauzada y equilibrada. Cuando volví a ser esa tía dura, heavy, fría (ejem, ejem) que se derrite con los videos de gatitos, que casi la detienen por defender a un camello (de 4 patas, mal pensados) y que le da pena dejar a Grogu solo en la habitación friki (sí, lo sé, es solo un muñeco, pero tan mono).

Cuando volví a salir, a arreglarme, a reírme de mi y a veces de los demás, que soy un poco cabrona. Cuando me di cuenta de lo  mucho y bueno que tenía a mi alrededor, no lo material, todo lo achuchable y besable. Cuando volví a pisar fuerte y con seguridad, ahí fue cuando decidí volver al BDSM, y lo hice muy poco apoco y con mucha duda, pensaba realmente que me iba a dar pereza someterme a alguien, que ya os digo que no podía estar más equivocada.

Porque el BDSM no es una terapia, es una forma de vida, un gusto, un deseo, un placer. Porque una cosa es que te dejes guiar por tu Amo porque te apetece y otra es que necesites guía porque tú no puedas avanzar sola, ¡Cuidado ahí!

No os dejéis dominar ni guiar a no ser que estéis muy seguras de que podéis caminar solas, si alguien os tiene que echar una cuerda para salir de un pozo, que no sea una persona que os cree una dependencia o una adicción, porque el ser vintage como yo, hace que haya visto a muchos “salvadores”, que en realidad eran depredadores, destrozar a muchas mujeres aprovechándose de sus problemas y de su momentánea vulnerabilidad. Algunos son especialistas en encontrar ese roto por el que entrar y una vez dentro destruir y hacer creer que es imprescindible.

Porque cuando se habla de “red flags” son tan evidentes que poca gente pica sin querer, lo malo son los camaleones que se camuflan, eso son los que de verdad saben detectar que una sumisa está en un estado vulnerable. Si lo necesitáis, tomaros un descanso, desaparecer, buscaros y encontraros vosotras y luego ya dejad que os encuentre el Amo apropiado o encontradlo vosotras.

Y si no llega, ya llegará, que en esta vida se puede estar sola y ahora venden unos consoladores, succionadores y demás juguetitos que te puedes apañar y sino tienes dinero le das a la manita como toda la vida.

En fin, os he contado un rollo de muerte, espero que además de aburriros os valga para algo.