lunes, 28 de junio de 2021

LA ENTREGA (para mi)

 

LA ENTREGA (para mi)

 

Cuando retomé el twitter y el blog, escribí algo de como sentía la entrega y de como pensaba que la quería sentir. De hecho, era tan poco yo, que la he borrado. La tengo guardada en el ordenador y la he releído y no me reconozco, no solo por decir que no iba a volver a sentir la entrega, que eso lo pensaba hasta hace nada, sino por la cantidad de tonterías que me pasaban por la cabeza.

Muchas veces leo sobre BDSM, no solo libros, también artículos, blogs, incluso en ocasiones alguien tiene la osadía de decirme, sin conocerme en absoluto, que no debo ser buena sumisa, al parecer no doy la imagen de sufrimiento y sacrificio que debe dar una sumisa, incluso una vez un supuesto dom, me acusó de ser demasiado feliz.

El BDSM no es un camino de rosas, y que no todo es tan bonito como lo pintan, que hay malos momentos,  sí, pero, ¿y la vida? No es eso la vida, que a veces parece que el mundo BDSM es ajeno a la vida cotidiana.

En mi primera experiencia D/s no había fracaso, había experimento-error, experimento-éxito. A lo mejor era porque los dos éramos de ciencias y muy jóvenes. Todo era diversión, cosas nuevas, también dudas y el sentirnos unos bichos raros pervertidos, por supuesto, ¿quién no ha creído ser un bicho raro cuando se ha descubierto que le gustaban ciertas cosas? Sobretodo en el pleistoceno, que es mi época de inicio.

Pero en ese momento, el no llamado aún BDSM, me abrió el camino a como quería vivir mi vida y, siempre que las circunstancias me lo han permitido, he sido fiel a ello, y no me refiero solo al BDSM, sino a no someterme a ciertos patrones preestablecidos de una sociedad que a día de hoy sigue siendo en su mayoría rancia y tradicional en muchos aspectos, pues imaginaros hace 30 años.

Pero, cuando hace eones retomé mi vida BDSM, aun reconociendo que viví muy buenos, buenísimos momentos, también es verdad que vivía mi entrega de una manera más dramática y, aunque siempre he sido muy cerebral, a veces, cuando no conseguía mis metas como sumisa, me rayaba la cabeza demasiado. A veces creo que como sumisas, y hablo en femenino porque hablo de mi, confundimos las metas, hablar de fracaso porque no has soportado un plug o unas pinzas me parece excesivo, y eso es lo que yo he aprendido de la entrega con el tiempo. Y os digo una cosa, el que era mi Amo por entonces, no hacía más que animarme, era yo la que le daba una dimensión mística exagerada, probablemente por las ganas que tenía de volver a vivir esa entrega, la sobredimensionaba, hasta tal punto que acabé tan harta que la infradimensioné (creo que esta palabra no existe).

Luego vinieron mis “Séculos Escuros” y me pasó como a mi lengua madre, consistió en un terrible periodo de decadencia anímica, bedesemera y de todo, drama Queen total.

Y ahora, con mi Amo, a veces Tranquilo como Sean (Thornton o Mercer, me valen ambos) a veces Oscuro como Vader, creo que he descubierto el verdadero significado de la entrega (más vale tarde que nunca).

Para mí, repito, para mí, la entrega es que mi Amo pulse botones que creía desconectados y de repente se enciendan, que le falle y me sienta mal, que me pida sobrepasar límites y lo haga y me sienta viva al hacerlo, pero sobretodo que sepa que si no los traspaso, no habrá sido un fracaso y, que aunque le guste llamarme sumisa de todo a cien para putearme, no habré perdido ni un ápice de mi valor como persona ni como sumisa.

Para mi la entrega es sentirme mal cuando fallo, porque todas las células de mi cuerpo quieren complacerle, pero también es saber que ese fallo no afecta para nada al resto de mi vida, que nunca me hace sentir inferior.

¿Hay cosas que no son perfectas? Of course. ¿Hay cosas que me gustaría que cambiasen? Pos claro. Porque el BDSM es vida y quien os diga que en su vida es todo perfecto es probable que mienta o beba, mucho.

¿Estoy orgullosa de que el plug me entre y salga ya del culo como un supositorio infantil? Sí, pero evidentemente sé que tengo logros mucho más importantes en mi vida. Entonces, podéis preguntaros: ¿Qué sacas de lo del plug o cualquier otra orden? Satisfacción, felicidad, diversión, sí, porque para mi el BDSM es divertido, y, una conexión con mi Amo, que nadie que no lo haya vivido lo podrá entender.

Este fin de semana mi Amo me dio una orden que estaba prácticamente segura que no iba a ser capaz de llevar a cabo, es que no tenía intención ni de intentarlo, la verdad, y de repente me llegó un mensaje de él y: “Babidibabidibu”, fue como si me dijese unas palabras mágicas y me lancé  a ello, y en ese momento, que estaba haciendo algo totalmente transgresor, que nunca había hecho por nadie en mi vida, sentí nervios, vergüenza, excitación, orgullo, me sentí suya, pero lo más importante, me sentí viva.

Y si no puedo, me siento mal, pero no triste, y si Él no puede me asilvestro, lo que viene a ser que me quejo y protesto, pero no me entristezco, y echo de menos a Amo, pero no me pongo triste ni me siento abandonada como le digo a Él para incordiarlo (ahora si lee esto voy a tener que cambiar de táctica de asilvestramiento).

Tengo claro lo que quiero que sea mi entrega ahora:

algo que me haga sentir suya, pero que siga siendo mía cuando haga falta,

algo que me llene, pero que si me llega a faltar, no me haga sentir vacía,

algo que me duela, pero que ese dolor empape mi coño,

algo que me haga sentir mal si le fallo, pero que me haga sentir plena cuando me corrige o castiga,

algo que me gustaría sentir a todas horas, pero que en realidad siento a todas horas en mi interior,

en definitiva,

algo que me haga sentir viva en toda la plenitud de la palabra “vida”.

Y repito, esto es lo que YO SIENTO, no es un artículo de la universidad de Gor sobre la entrega, a mi no me dieron el título de sumi.

No intentéis hacer esto en casa solos sin la supervisión de un Amo.

 

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