5 DE MAYO: NOSOTROS
(Sí, puedes conocerle a ÉL en twitter)
(Quiero
hacer una pequeña anotación a esta historia, es real, y sí, conocí a mi pareja
en twitter, es verdad que teníamos unas amigas en común, pero empezamos a
hablar por twitter. Así que niños y niñas no perdáis la esperanza).
Y el día 5 llegó, decir que estaba nerviosa sería
mentir, porque estaba segura que todo iba a salir bien, que todo fluiría, era
imposible lo contrario después de todo lo que habíamos compartido aunque fuese
en la distancia, estábamos predestinados.
Estaba esperándole impaciente en la habitación
del hotel, con un sugerente conjunto de lencería y unos zapatos de tacón
infinito y fino, le dije que me avisase cuando hubiese llegado. La verdad es
que no sabía como esperarle, si irle a recibir a la puerta o esperarle tumbada
de forma sexy. Pero me hizo trampa y cuando estaba en el baño lavándome los
dientes, creo que por enésima vez, oí como entraba en la habitación y me
llamaba, en ese momento me alegré que no me hubiese avisado, no tuve que pensar
en como recibirle o reaccionar porque, como yo había vaticinado, todo fluyó, me
lancé a sus brazos y empezarnos a besarnos y a abrazarnos como si nos
conociéramos de siempre, nadie hubiese dicho que esa era la primera vez que nos
veíamos en persona.
Cuando me empujó sobre la cama, abrió mis
piernas y empezó a comerme el coño al tiempo que jugaba con el plug y la bala
que llevaba puestos a su petición y a provocarme un orgasmo torrencial, entendí
porque había pedido extra de toallas y pensé: "Qué listo el
sevillano"
Me desnudó y empezó a tocarme, a descubrirme
con la mezcla justa de ternura y deseo, se desnudó y seguimos explorándonos y
descubriéndonos los dos, eso solo fue un preludio de las 48 horas maravillosas
que íbamos a pasar juntos, donde los dos nos dimos cuenta de que éramos
nosotros.
Al día siguiente después de que por la noche
hiciésemos el amor y por la mañana decidiésemos que habría que tomar el aire y
recuperar fuerzas, llegamos al hotel con ganas de “siesta”.
Me tumbó en la cama boca abajo y empezó a jugar
con unas velas que habíamos comprado. Empezó a usar mi cuerpo como lienzo de
sus perversiones, nuestras perversiones, y nuestros vicios.
El calor invadía mi piel y llegaba directamente
a mi entrepierna y, por lo que podía observar a la suya.
Siguió jugando con mi cuerpo, que ya era el
suyo, y cuando me dio la vuelta y empezó a follarme salvajemente, sacó de mi un
verdadero tsunami, no quiero ni pensar lo que pensarían las limpiadoras al ver
esa cama al día siguiente. A él le encantaba sacarme orgasmo tras orgasmo, y a
mí me encantaba tener su poya en la boca y saborear toda la leche que había
reservado solo para mí, siempre he sido pervertidamente golosa.
Llegó un momento en que teníamos que recuperar
fluidos y fuerzas, así que decidimos salir a cenar, y él tuvo la feliz idea de
que llevase el cilicio puesto, sabía que así estaría totalmente excitada toda
la noche, cada vez que lo notase clavándose en mi piel.
Y así fue, cuando llegamos al hotel, después de
cenar, no pude esperar ni un momento a que me volviese a follar como una perra,
quería sentirle dentro, porque sabía que esa era la última noche que nos
quedaba de ese finde, aunque ha habido muchas más noches, no quería
desperdiciar nada
Sí, el sexo y los juegos bedesemeros fueron
fantásticos, pero lo realmente maravilloso fue el poder compartir el tiempo con
él, charlar, el poder pasear de su mano, el no tener que escondernos, el que
fuese tan ensimismada con él que mis conocidos no se atreviesen a interrumpirnos
cuando nos los cruzábamos, en serio, me mandaban whats up comentándome la cara
de boba enamorada que llevaba.
No pegamos ojo apenas durante el fin de semana,
teníamos tanto que decirnos, tanto que querernos, tanto que saborearnos, tanto
que follarnos, que no podíamos perder el tiempo durmiendo.
publicado en @SexoMandamiento
Lindo tudo muy lindo
ResponderEliminarEs una bela esclava...
Como yo también...
Masoquista e cross...