miércoles, 18 de julio de 2018

¿POR QUÉ EL BDSM?

¿POR QUÉ EL BDSM?


    Llevo unos días leyendo artículos sobre los motivos que a alguien le pueden llevar a tener una relación bedesemera y/o sadomasoquista en su vida, y, aunque no dudo de las fuentes: Universidades, psicólogos, expertos en BDSM, he de reconocer que lo de experto en BDSM me llama bastante la atención, porque a no ser que seas un profesional de los antes citados, generalmente pululan por radios, revistas y foros presuntos "expertos" que lo que han tenido es media docena de experiencias.
    Recuerdo un caso en concreto de un pod cast muy recomendado y admirado en el mundo twittero como un referente bedesemero, donde ficharon a una "twitstar" para hablar del tema, una mujer que yo sabía como había entrado en el mundo BDSM, hacía escasos meses, y que la pobre, había sido engañada, o eso espero, porque si encima lo sabía nos habría engañado ella también, por una pareja de Amo-sumisa mega perfecta, que nos vendían y todos nos creíamos, yo la primera, lo reconozco, que eran pareja D/s las 24/7, y resultaron ser una prostituta y su mejor y adinerado cliente. Pues su experiencia bedesemera venía prácticamente toda de ahí, pero la tía, que desparpajo  no le falta, hablaba en la radio como si fuese la venerada Dómina Zara con años de experiencia.
     Así que perdonad que os diga que yo cuando oigo eso de experto en BDSM, pues en fin, que es igual que si me dices que eres experto en marcianos.
     Así que leyendo el porqué la gente entra en el BDSM, a veces me cuesta sentirme identificada.
      ¡Ah! Lo primero de todo, YO NO SOY EXPERTA.
     Lo segundo, voy a hablar desde el punto de vista de una sumisa, es decir, femenino, ¿Por qué? Porque soy mujer y sumisa, esta era fácil.
      Pues bien, he leído muchos motivos de porqué vivir el BDSM. Me llamó la atención un estudio de una universidad americana, no recuerdo el nombre, pero fue un artículo muy interesante que leí en @SexoMandamiento, pues dicho artículo citaba que la gente que había sufrido malos tratos de pequeña, era más propensa a gustarle el BDSM, ahí aluciné, porque a mi me pareció claramente que si eso es verdad hay un problema de fondo muy grande.
    También he leído que es porque tus padres han sido permisivos, es decir, todo lo contrario.
     También he visto como mujeres con complejos y baja autoestima, ven en el BDSM un mundo donde quizás se es más abierto al físico, pero eso es un peligro, nadie se debe tomar al pie de la letra que un Amo te tiene que moldear como el quiera, el BDSM también es una relación, ambos os debéis gustar tal como sois, aunque evidentemente es una relación con roles establecidos y aceptados, uno manda y otro obedece, pero obviamente dentro de un entorno donde el Amo y el sumiso disfruten, un verdadero Amo saca lo mejor que hay en ti, pero en el mundo vainilla, una pareja que te quiere también lo hace. 
   Hay muchos llamados Amos que se aprovechan de estas inseguridades para tener a una mujer que haga todo lo que ellos quieran sin rechistar y siempre haciéndoles sentir que si fallan es porque lo hacen mal y no son merecedoras de la atención de sus "Amos" y teniéndolas atrapadas con la amenaza de "darles la libertad" (término que daría para otra entrada entera) y haciéndoles sentir que no valen la pena. ¡OJO! Eso no es BDSM, eso son aprovechados que hacen mucho daño.
      Luego tenemos los tíos que quieren poner los cuernos a sus mujeres y se piensan que con una sumisa será más fácil tener la situación controlada. ¡Pobre ilusos! Porque si eres sumisa de verdad, es probable que seas mucho más fuerte y equilibrada que la media. 
    Ya veis que estoy hablando todo desde el punto de vista femenino, porque si lee esto algún Amo también dirá, que hay sumisas que desde su rol se aprovechan del Dominante, y que no saben lo que quieren y luego encima le echan la culpa a él, por supuesto que las hay y también hacen mucho daño a este mundo. 
     Mujeres aburridas que ven una peli, 50 sombras por ejemplo, y se les hace la cabeza un lío, y van de amo en amo buscando a su Grey, pero lo malo no es eso, es que en lugar de reconocer que no saben lo que realmente buscan, de cada Amo con el que no funciona el asunto dejan un reguero de críticas absurdas pero que pueden hacer que se cree una falsa mala reputación. Así que, "malos" hay en ambos lados, eso no debemos nunca olvidarlo.
     Y después de todo esto, todas esas lecturas me hicieron pensar en que me da a mi el BDSM. Ya os conté como entré en este mundo, pero realmente eso se podría haber quedado en una experiencia universitaria más, como los porros, el primer beso con una tía o cualquiera de esas cosas que se hacen en ciertas épocas de desenfreno.
     Pero no, a mi el BDSM me da paz, por circunstancias de la vida, siempre he tenido que estar al mando, que llevar el control, tomar las decisiones más difíciles. Hasta en mi trabajo estoy al ordeno y mando. Otra cosa que me hace tener confianza en los hombres, es quizás la excelente relación que tenía con mi padre, que era autoritario pero justo. 
Todas las sumisas decimos que vivimos para dar placer y hacer feliz a nuestro Amo, pero en realidad es que hacer eso es lo que nos da placer y nos hace felices a nosotras, yo descubrí que era más masoquista de lo que pensaba, pero lo que realmente me libera de todo es la disciplina, el no tener que decidir.
     He de hacer una confesión, en un principio, cuando empecé mi camino hacia el BDSM de nuevo, no pensé que llegado el momento me fuese a atrever, me apetecía mucho, y era el momento, pero la verdad es que no sabía muy bien como lo iba a enfocar, y, si llegado el momento estaría preparada, a parte, tengo ya una edad, es difícil inculcar hábitos después de los 40, y sobretodo cuando los últimos casi 20 años había llevado una vida en donde todo el control y las decisiones recaían sobre mi. Y con un par de relaciones estables que no estaban en el BDSM y que, la última aunque lo intentaba el pobre, no eran dominantes en absoluto,
     Tuve algunos encuentros con Dominantes, un par de ellos, tampoco os creáis que soy tan promiscua, y la verdad es que se me metió en el cuerpo y fue cuando decidí que sí que quería mantener una relación D/s, quería entregarme. Pero yo soy muy concienzuda y responsable, a pesar de que mi naturaleza despistada indique otra cosa y si tengo algo claro es que no te puedes entregar a nadie con quien no estés segura 100%, a diferencia de en una relación vainilla, en una relación BDSM, estás en muchas ocasiones en una posición de indefensión, para eso tienes que tener completa confianza en la otra persona, porque yo no tengo ningún problema en darle una hostia o una patada en los huevos a un tío para defenderme, pero claro, atada es bastante difícil. 
       Pero una vez encontrada la persona correcta, esos momentos en los que te dejas llevar, no eres nada más que un juguete en sus manos, solo tienes que pensar en complacerle y olvidarte de todo lo demás, ¿lo hago por Él? Sí, por supuesto, pero por mi también. La disciplina, el control, el castigo, la recompensa, eso es lo que a mi me vuelve loca del BDSM. De hecho puedo llegar a disfrutar tanto un orgasmo, como esa situación de prohibición de correrte en el que estás al límite, a veces días. Puedo llegar a excitarme haciendo copias como una niña pequeña y encima con la mano izquierda, porque en ese momento no tengo otra preocupación más que cumplir sus deseos, todos mis problemas de alrededor se evaden.
     
         Eso es por lo que me gusta a mi el BDSM y lo que me trajo a él de nuevo, la paz interior que me proporciona el sentirme a merced de alguien. 

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